Manuel Patiño 

Camino es un ejercicio de Land Art sugerido por mi director de trabajo de grado, el maestro Dioscórides Pérez para enfocar y enriquecer mi proceso, Este se desarrolló en el Desierto de la Tatacoa y consistió en elegir desde nuestra intuición un lugar del desierto el cual sería intervenido reordenando los elementos hallados en éste, para lo cual se dispondrían de entre 5 a 6 horas ininterrumpidas de trabajo aproximadamente, tiempo suficiente para experimentar las rigurosas condiciones climáticas del lugar.

 

El gran esfuerzo físico experimentado es  suficiente para despertar un estado reflexivo en el cual la conciencia corporal es mayor, cada respiración y movimiento son percibidos y calculados en su ejecución, con lo cual la intervención trasciende de un acto de disposición formal de elementos a un reordenamiento simbólico del cuerpo y la mente en armonía con en lugar.

 

Mi propuesta consistió en recolectar rocas con características específicas de tamaño, color y forma, para disponerlas en línea recta, en un lugar que marcaba una dirección con la caída del sol con lo cual buscaba crear un recorrido que se extendiera, un camino metafórico que me aclaraba la dirección a tomar en mi proceso artístico personal.